¡Este
fin de semana hemos realizado la “Trobada
Espírita 2014” con mucha alegría! Hemos contado con la participación de
varios grupos espíritas de Cataluña, por lo cual damos nuestro más sincero
agradecimiento. El sábado día 7 tuvimos
tres conferencias estupendas que
llegaron al corazón de todos los participantes. Un año más los
bienhechores espirituales nos ayudan y nos acompañan en ese evento, que después
de casi vente años ya es una tradición en nuestro centro.
David Santamaría, del centro “CBCE” Centro Espírita de Cultura Espírita de Barcelona, nos presentó el tema, los escollos del espiritismo. En el cual ha definido escollo como el peligro, las dificultades centradas en el camino de la doctrina. Y nos detalla algunos de los peligros encontrados en las personas cuando no comprenden la esencia de los principios fundamentales. En la mediúmnidad, cuando no es bien direccionada, en los conceptos religiosos que han marcado nuestra sociedad, el descredito que no deberíamos tener en cuanto la doctrina, no en tanto los pseudos médiums, o falsos médiums han dejado por herencia de conceptos incorrectos, las ideas fantasiosas, y la impaciencia, etc.
Allan Kardec pregunta a los espíritus de la codificación: “¿Cuál es el mayor obstáculo del progreso? “El orgullo y el egoísmo. Hablo del progreso moral, pues el intelectual avanza siempre, y al principio parece que da a aquellos vicios un aumento de actividad, desarrollando la ambición y el amor a las riquezas que, a su vez excitan al hombre a las investigaciones que ilustran su Espíritu. Así es como todo de eslabona en el mundo moral y en el físico, y como del mismo mal puede salir el bien.”
“La mediúmnidad es una planta delicada que
para florecer necesita atentas precauciones y cuidados asiduos. Necesita
método, paciencia, altas aspiraciones, sentimientos elevados. (…) Pero, casi
siempre se le quiere hacer producir frutos prematuros, y desde aquel momento se
desvía y se agosta bajo el soplo de los Espíritus atrasados” nos comenta León
Denis, “En lo Invisible”
También
nos cita algunos preceptos que vemos importante recordar: No ser crédulo (que no quiere
decir ser incrédulo). Es tener un punto (a veces grande) de escepticismo. No
renunciar nunca, aunque podamos estar equivocados, a nuestra facultad de
pensar. No olvidar nunca que los Espíritus son como nosotros. Tomar
siempre las más elementales precauciones. No aceptarlo todo en
aras de la fraternidad. Apartarse de los personalismos, los sobrenaturalismos
y las extravagancias. Los espiritas somos personas normales. Recordar
siempre que: “Más vale rechazar diez verdades que admitir una mentira,
una sóla teoría falsa” (Allan Kardec)…
Y esto vale para todo.
La dulce Janaina Minelli de Oliveira, miembro de CEADS, Centro Espírita Amalia Domingos Soler de Barcelona nos presentó una interesante conferencia que hablaba del Libre Albedrío y la dádiva de la felicidad. Nos comenta que muchas veces nos confundimos con lo que son los placeres de la vida y la verdadera felicidad, la felicidad cuando es pasajera es un placer momentáneo y por eso tendemos a buscar en los gozos de la vida la felicidad; sólo cuando comprendamos algunos conceptos seremos más conscientes de que la felicidad o la infelicidad es una elección individual y sólo cabe a nosotros mismo responsabilizarnos de lo felices o infelices lo somos.
En el libro de los espíritus, pregunta 614, nos dice que la ley natural es la ley de Dios y la única verdadera para la felicidad del hombre. Le indica lo que debe hacer y lo que no debe hacer, y no es infeliz sino cuando se aparta de ella. P.920 ¿Puede el hombre gozar en la Tierra de una felicidad completa? No, puesto que la vida le ha sido dada como prueba o expiación. Pero depende de él dulcificar sus males y ser tan feliz como es posible en la Tierra. Joanna de Ángelis en el libro El ser Consiente, psicografiado por Divaldo Pereira Franco, nos aclara que el significado de la vida se encuentra en buscar y encontrar la felicidad.
Alfredo Tabueña también miembro del Centro Amalia Domingos Soler, desarrolló el tema, la obsesión espiritual. Que en pocas palabras podríamos resumir que la obsesión es una idea repetitiva sufrida en un encarnado por un espíritu desprovísto del cuerpo físico. Pero que también puede ser a la inversa, cuando alguien que ha perdido temporariamente un pariente querido, y por la desesperación o ignorancia, llama constantemente al fallecido, impidiéndole seguir su progreso.
Los espíritus que quedan
aprisionados en las ideas de odios y venganza dejan de progresar y se dedican a
perturbar a aquel que se encuentra encarnado. Ese vínculo muchas veces es
proveniente de otras encarnaciones, de la existencia actual, de los
vicios y
las malas costumbres destructivas de la humanidad. Muchas veces, al principio
la aproximación suele ser tan sutil que no se suele percibir. Y por la
insistencia del espíritu, la falta de cambios morales en la autoreforma,
sutilmente se van aproximando y afianzando en una enferma amistad. Cuando el vínculo ya existe y es
sólido, es más difícil de romper esta cadena; pero no imposible. La práctica
constante de la caridad, el cambio de actitud, el perdón es el único camino a
seguir para liberar los vínculos del odio, afianzando con los vínculos del
amor. También nos comenta Alfredo que la práctica del Evangelio, tanto en casa
como en el centro espirita, ha presentados resultados considerables, los pases
espíritas y el agua magnetizada forman un conjunto de tratamientos eficaces,
pero sólo el perdón “cura” la obsesión.
Reportaje de Wellington Bossi
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